domingo, 10 de mayo de 2009

UN DÍA BASTANTE GRIS... ¿O NO?

Efectivamente, la mañana de hoy ha amanecido bastante gris. No es que crea en supersticiones, sólo un poco por si acaso, pero algo ya me decía al levantarme que iba a ser un día gris y no sólo por el color del cielo.

Hoy se ha celebrado el “Duatlón de Guadassuar”. La verdad es que aunque podría haber ido mejor, quiero intentar dejar de quejarme de una vez, así que diré que no ha ido del todo mal. Al menos éste es el balance inicial. En el haber de las cosas positivas destacan hechos como que no ha llovido, que he resistido bastante bien el frío en bici con manga corta, que no ha habido caídas ni accidentes, que he encontrado el pueblo en cuestión a la primera, y otras que me dejo seguro. Por el contrario, en el haber de lo negativo, pues he hecho un par de jugadas de campeón del mundo de tontos que ya detallaré unas líneas más abajo; así como también que he ido solo, que lo he afrontado con una motivación y una concentración ínfimas, y que llevo CD’s demasiado viejos en el coche y me he aburrido bastante en el trayecto, que al final ha sido de una horita aproximadamente.

He llegado a pensar en no ir. Esta semana, con la anhelada pastillita por fin de por medio, he dormido bastante mal, el jueves estuve chunguillo después de comer, devolviendo y demás, y en definitiva, un cúmulo de elementos que formaban una coyuntura poco propensa para competir. Pero para que os voy a mentir, dentro de mí siempre tuve la seguridad de que acabaría yendo. Si uno se inscribe, y se hace a la idea, pues coño va y punto. Si nos rindiéramos a las primeras de cambio qué sería de nosotros…

Total, que llego antes de la hora prevista y todo, y con mucha parsimonia voy a recoger el dorsal y la bolsa. Según me acercaba ya iba despertando el recuerdo de la competición, el gusanillo de los nervios y sobretodo, la sensación de que hay muchos, pero que muchos flipaos en este mundillo. Gente que va de profesional, contando los entrenamientos brutales que se meten entre pecho y espalda, fardando de material, etc. En fin, igual gran parte de esta impresión es puramente subjetiva y se debe al miedo escénico que personalmente siento antes de la competición.

Sin más que destacar, vuelvo al coche, monto la bici, me cambio, me vuelvo a cambiar pensando en el frío y por si no era bastante, lo hago una vez más. Llevaba medio armario en la mochila, para tratar de encontrar la ropa adecuada. Tenía que pensar no solo en la competición, sino en posibles contratiempos como algún pinchazo. Si pincho, en los 15 minutos mínimo que me cuesta arreglar el pinchazo, tengo más que de sobra como para estar toda la semana siguiente resfriado y griposo. Sin embargo, me arriesgo y únicamente me enfundo una camisa térmica de manga corta bajo el mono.
Entre pitos y flautas no me da tiempo de calentar más que durante el tramo en que voy a boxes. Y seguidamente se da la salida.

Empiezo a correr, y tratando de ser un poco conservador, voy a 160ppm durante el primer km. Después, busco ir aprox a 165-7 y con eso llego a los 5200m en 19:57, a un ritmo de 3:50. Enseguida me subo en la bici, que estaba justito en el extremo de entrada del box, y cuando la transición parecía decente, va y se descuelga la bolsita de herramientas justo saliendo del box. Claro, al poner el dorsal de la bici se había desajustado el velcro que la sujetaba. (Sé que es de globero llevarla en una distancia tan corta, pero no puedo permitirme pinchar y estar parado esperando a que alguien de la organización me recoja o volver a pie, por el frío, me quedo pajarito en menos de 5 minutos si voy en manga corta). Total, que pierdo pocos segundos y la meto en el portabidones. Y allá que voy, el circuito muy estrecho y curveado, pero como lo afrontaba como un entrenamiento, pues bueno, perfecto para hacerse a la bici e ir cogiéndole confianza. Iba en un pequeño grupo, pero se escinde en dos y yo me había quedado colgado en la parte trasera del subgrupo de detrás. Como me sentía bastante a gusto decido ir a por los de delante, y me pongo a tirar del grupito, pues pensaba que tenía piernas para mantenerme bien con los de delante y posiblemente ganar algún minutito al final. Pero nadie me daba el relevo. Así que decido irme solo y llevo a cabo una tentativa de hachazo dentro de mis condiciones claro, esperando que alguien me siga e ir a relevos hasta delante. Me pongo un momento a 45-48 km/h en plan sprint para pillar al grupito de delante que ya estaría a 50m. Y cuando miro atrás veo que ando solo. Bueno, pues “suerte y al toro” pienso en ese momento, ahora ya no hay marcha atrás. Al principio parece que me acerco, pero pronto empiezo a tener las piernas como bloques y veo que me cuesta más y más mantener ese ritmo y acercarme, hasta que me resigno y admito que yo solo no podré contra un grupo de 6 o 7, y que me he quedado en medio, en tierra de nadie y con un desgaste innecesario. Además los gemelos empiezan a dar señales de que quieren subirse, lo que me hace pensar en la carrera a pie que aún nos esperaba. Al ser mi primer duatlón pensaba que si los gemelos ya estaban tocados desde la primera vuelta del segmento ciclista, las vería putas para correr. De este modo aguanto un par de kms, hasta que voy cogiéndome a gente que va cayendo de delante y hacemos un nuevo grupo. Pasan los kms y el grupo de detrás nos coge. Íbamos bastante relajados desde ya hacía rato, pero aunque todo me picaba no iba otra vez a repetir la jugada, además el trazado no permitía mucha colaboración, y no entiendo porqué la gente pasa tanto de todo y se pone a chupar rueda sin más. Lo que mola es ir a padecer y darlo todo. Sino pa’ qué!! Y con esta sensación llegamos a la transición, donde hago la GRAN CAGADA, y totalmente desorientado me voy justo al extremo contrario del box, donde tras cruzarlo bici en mano no encuentro mis zapatillas donde deberían estar. Lo primero que pienso es que alguien las ha cogido o se las ha llevado, miro bien y de repente se enciende la lucecita: “ostia, estoy en la parte contraria del box”, así que vuelve con la bici a hombros y en sentido contrario a todo el grupo que venía ya de cara. En ese momento me invade una sensación de rabia e impotencia, pero pienso que no importa, era un día gris y por un contratiempo más no iba a amargarme. Con tranquilidad y una cara de tonto que para qué, empiezo a correr, totalmente solo y descolgado del pequeño pelotón con el que había llegado en bici. Voy de menos a más, y al final aún pillo a algunos de los que venían conmigo en bici, pero por el tiempo del parcial de bici he descubierto que perdí cerca de 50 segundos con el despiste, a parte de alguna referencia para la carrera. No obstante, corrí los 2600m en 10:16, a un promedio de 3’57 y bastante cómodo, sin problemas en los gemelos.

Al final, posición 67 con una hora trece y pico. Una posición gris, para un triatleta bastante gris, en un día muy gris. Pero ante todo, me divertí, disfrute de poder hacerlo y quedé muy contento conmigo mismo.

La moraleja:
1.- Hay que concentrarse un poco y hacerse la imagen mental de entrada en boxes, por donde se entra, por donde se sale, y tratar de estar concentrado en esos momentos de carrera, porque si te dejas llevar te arriesgas a hacer la del pulpo.
2.- Un rendimiento gris no implica dejar de divertirse y disfrutar.

1 comentario:

  1. Bueno chicos despues de todos estos comentarios lo primero es dar la enhorabuena a Oscar que por fin ya se ha roto el caparazon en un duatlon esta temporada. lo primero es decirte que tranqui, al final todo saldra bien y tu tienes ganas de luchar.
    Luego com entaros el tema de las licencias de cada uno, puesto que las voy repartiendo segun veo a la gente y por ultimo y lo mas novedoso. Es que por fin me he apuntado a una carrera, el Triatlon de canet, mi objetivo es terminarlo lo mas digno posible. on lo cual chicos ahi voy a estar. Animo y al toro a todos.

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